Volauvent de paté de atun
volauvent de paté de atún
Primer día del año y me levanto con una energía diferente. Miro a un lado, miro al otro lado y despierto de un letargo. Enredos, descuido y apatía ha sido la nota dominante de mis últimos meses y eso ha pasado factura a mi vida. Casa, familia, cuerpo, trabajo, un desastre, y volvemos al principio. Un círculo vicioso que agota y no te deja seguir.
Pero hoy, pasando de estereotipos y propósitos he empezado por una esquina, una bolsa grande de basura y a deshacerme de lo que no necesito. Esa caja en la escalera me molestaba cada vez que pasaba y anoche casi me caigo, así que adiós, no la quiero ver más. Recojo las frutas podridas, quito los cartones de los brIcks de leche. Cuándo fue la última vez que los quite, ni me acuerdo.
Debajo de la caja había una mancha enorme, acabo de averiguar de donde venía el olor que hacía que entrar en casa me molestara. Cojo el mocho de la fregona y limpio la escalera. El nuevo olor me aporta paz.
Cajones, si, cajones, es el siguiente foco de mi atención. Me repugna ver el caos, así que saco trapos, delantales, manteles y cubiertos. Poco a poco todo va tomando forma. Ver los colores ordenados, las formas alineadas, emparejadas me hacen cantar.
Miro el reloj, es la una y no he desayunado, tengo tanto por hacer, estoy y tan entretenida y eufórica que no me importa que sigan todos dormidos, prepararé un brunch rico cuando acabe, zumo de naranja, tostadas, galletas, algo de jamón. Ay, el jamón, tengo una pata descarnada en la jamonera y una paletilla en una caja, en el suelo, esperando su sitio. Otra cosa que solucionar. Paso la bayeta por la encimera, saco el lavavajillas y coloco las ollas en su sitio, limpio el jamonero y coloco la paletilla. El jardín es un vertedero, a cada paso voy sacando cosas, las miro indiferente y las saco al jardín. Hago una montaña de cosas rotas, envejecidas que ya no tienen cabida en mi nuevo yo. Me imagino una hoguera, sería un final justo, y en ese momento bajan los peques a desayunar, su padre me mira, sonríe, con ternura y me abraza.
-Vamos chicos, mirad lo que ha hecho mamá, vamos a continuar.
Y me preparan un café con leche, me borran la idea del brunch, quizás para la mañana de reyes, tal vez.
Acabo de organizar mientras un batallón se visten, ríen y comienzan a moverse. No tengo rabia, no tengo prisa, sólo ganas de seguir, de continuar...
Ingredientes:
Ingredientes:
- una tarrina de queso crema tipo filadelfia.
- dos huevos duros.
- una lata de anchoas.
- dos latas de atún.
- volauvent de hojaldre o tartaletas.
- un poco de caviar de salmón.
Elaboración:
Batir todos los ingredientes juntos, el aceite del atún también lo incorporamos. cuando quede una mezcla homogenea apartamos.
Como veis, es muy facil y esta tan buena que en casa cuando tenemos alguna fiesta lo preparamos. Con unas tostas, va genial pero en este caso aprovecho una manga pastelera y las relleno con un poco de gracia. unas huevas de salmón por encima y ya tenéis entrante de lujo.
Lo mejor, aguanta en la nevera varios días así que es un recurso interesante.
Empezamos el año con mas optimismo y energia, asi que el gran Phill Collins me aporta la banda sonora.
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